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Frente al Calor

La exposición a elevadas temperaturas supone una agresión a nuestro organismo, hay peligro de deshidratación, agravamiento de una enfermedad crónica y golpe de calor. Cuando esto ocurre es preciso dejar toda actividad durante varias horas, refrescarse y descansar en un lugar fresco, beber agua, zumo de fruta…

Personas más sensibles al calor

  • Mayores de 65 años, que vivan solas.
  • Personas dependientes en su vida diaria: alteraciones de memoria, de comportamiento, orientación…
  • Personas con enfermedades crónicas: diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares, respiratorios…
  • Personas que toman medicación como: diuréticos, antihipertensores, antidepresivos…
  • Personas con fiebre o patologías agudas
  • Personas que hayan manifestado dificultad de adaptación al calor.
  • Lactantes y menores de 5 años.

Es preciso dejar toda actividad durante varias horas, refrescarse y descansar en un lugar fresco, beber agua, zumo de fruta.

Otras situaciones que aumentan el riesgo

  • Soledad, aislamiento social
  • Vivienda difícil de refrigerar
  • Ausencia de sistemas de refrigeración en la vivienda
  • Ejercicio físico intenso, deportes
  • Trabajos ligados al calor

Síntomas de alerta

  • Aturdimiento, pérdida de conciencia, convulsiones.
  • Insomnio y agitación nocturna inhabitual.
  • Calambres musculares en brazos, piernas y abdomen.
  • Rápida elevación de la temperatura corporal, fiebre elevada.
  • Debilidad, cansancio…
  • Fuertes dolores de cabeza, nauseas.
  • Piel caliente, roja y seca, sed intensa.

Preguntas Frecuentes

Protéjase del calor
  • Evite las salidas y las actividades en las horas de más calor y más aún las actividades físicas como el deporte, la jardinería, el bricolaje, etc.
  • Al salir a la calle, procure estar a la sombra. Lleve la cabeza protegida, vestidos ligeros (algodón) y amplios, de color claro. Lleve una botella de agua consigo.
  • Cierre las ventanas y cortinas en las fachadas expuestas al sol.
    Mantenga las ventanas cerradas mientras la temperatura de la calle sea mayor que la de su casa. Ábralas por la noche, para facilitar el paso del aire.
Manténgase fresco
  • Permanezca en el interior de su domicilio en las habitaciones más frescas.
  • Si no dispone de una habitación fresca, permanezca algunas horas en locales climatizados en la proximidad de su domicilio.
  • Durante el día, dúchese o báñese varias veces para refrescar el cuerpo.
  • También puede humedecer la ropa.
Con la bebida y la comida
  • Beba lo más posible, incluso sin sed. La mejor bebida es el agua, a temperatura ambiente, no demasiado fría. Los zumos de fruta, la leche, o sopas frías como el gazpacho nos ayudan a estar bien hidratados.
  • No consuma bebidas alcohólicas. El alcohol deshidrata porque facilita la eliminación de agua por la orina y aumenta la sudoración.
  • No abuse de las bebidas excitantes como el té o el café.
  • Coma según su costumbre, preferentemente fruta y verdura, fraccionando las comidas a lo largo del día y en cantidades moderadas.
  • Evite las comidas calientes, pesadas y copiosas.

Consulte a su médico o farmacéutico:
  • Si toma determinados medicamentos (para la tensión, el corazón, la depresión…) para prevenir problemas en caso de altas temperaturas. Siga las instrucciones recogidas en el envase sobre su conservación y las instrucciones de su médico.
  • Pida ayuda y préstela a los demás.
  • Si se nota mal por el calor pida ayuda.
  • Si conoce a personas que viven solas o que están enfermas, informe de su estado en el centro de salud y ayúdelas a comer y a beber.
Tenga especial cuidado con el almacenamiento y conservación de los medicamentos
  • Medicamentos a conservar entre +2ºC y +8ºC

Manténgalos en el frigorífico, sin acercarlos al fondo para que no se congelen.

Sáquelos sólo unos minutos antes de su utilización.

Si tiene que transportarlos, colóquelos en una nevera portátil con acumuladores de frio, pero siempre dentro de su cartonaje.

  • Medicamentos a conservar a temperaturas inferiores a +25ºC o +30ºC (indicado en el envase)

Manténgalos en su propio envase y almacénelos en los sitios más frescos de su domicilio.

Si tiene que transportarlo, se aconseja colocarlos en una nevera portátil pero sin acumuladores de frio.

  • Medicamentos que se conservan a temperatura ambiente.

Pueden almacenarse sin problemas en las condiciones habituales de conservación, ya que mantienen sus propiedades, aunque se alcancen los 40ºC.

  • Medicamentos con formas farmacéuticas específicas (supositorios, óvulos, cremas..)

En estos casos, el calor afecta a la forma farmacéutica pero no al principio activo.

Si cuando vaya a utilizar el producto, tras la exposición al calor, el aspecto es normal, el supositorio no está derretido o la crema no ha cambiado de color o consistencia, el medicamento mantiene sus propiedades.

Si su aspecto hubiera sido visiblemente modificado, no debería consumirlo.

  • Medidores de glucosa en sangre capilar (pinchazo en el dedo) y sus reactivos (tiras reactivas y soluciones de control)

Siga las condiciones especificas de temperatura y condiciones de uso y almacenamiento que figuran en el manual de uso de su medidor y en las instrucciones de las tiras reactivas.

No exponer a la luz directa del sol ni a altas temperaturas los medidores de glucosa y sus reactivos, ni someterlos a fuertes variaciones de temperaturas.

No guarde las tiras reactivas en el frigorífico.

Si tiene que transportarlos, hágalo en sus envases originales. Se aconseja transportarlas en nevera portátil SIN acumuladores de frío.

No dejarlo nunca dentro del coche.

Aparece cuando el organismo no puede controlar su temperatura, que aumenta entonces rápidamente. Se reconoce por:

  • Piel caliente, roja y seca
  • Dolores de cabeza, náuseas, somnolencia y sed intensa
  • Confusión, convulsiones y pérdida de conocimiento
  • Agresividad inhabitual
  • Los deportistas, trabajadores expuestos al calor, los bebés, las personas mayores, las personas discapacitadas o con una enfermedad crónica son particularmente sensibles a los golpes de calor.

Una persona víctima de un golpe de calor está en peligro, acuda o llame inmediatamente a los servicios sanitarios 061. Mientras tanto, sitúe a la persona en un lugar fresco, déle de beber, aflójele la ropa, mójela con agua fría o póngale toallas húmedas y abaníquela.

El exceso de calor nocturno (supera 26-28 grados) produce interrupciones del sueño (superficial), la consecuencia es disminución del rendimiento, irritabilidad y cansancio.

  • Si el aumento de temperatura es brusco las consecuencias son peores: sensación de agotamiento, disminuye la calidad del sueño y sensación térmica.
  • Afecta especialmente a las personas que padecen insomnio.
    Más importante en personas mayores (ciclos de sueño más irregulares y superficiales, teniendo episodios de somnolencia durante el día)
Recomendaciones
  • Horario regular de sueño.
  • Cenar regularmente a las mismas horas y de forma ligera (no tomar alcohol, ni cafeína) y suspender actividades del hogar o el trabajo reemplazándolas por la lectura o música.
  • Evitar comidas excesivas (esperar dos o tres horas antes de meterse en la cama).
  • Huir de interferencias exteriores
  • Utilizar colchón y almohadas apropiadas.
  • Siesta no superior a 30-45 minutos.
  • Mantener las habitaciones frescas.
  • Recurrir al aire acondicionado y si no se dispone de él, duchas con agua tibia (no fría).
Las personas mayores son más sensibles al exceso de calor en el ambiente porque:
  • Producen menos sudor que una persona más joven.
  • La capacidad para regular la temperatura es disminuida.
  • Su temperatura corporal puede subir más deprisa.
  • Se adaptan peor a las altas temperaturas.
  • La piel es mas fina y es mas sensible a los rayos del sol.
  • Las enfermedades crónicas que agravan los efectos del calor, sobre todo, las cardiacas, pulmonares o del hígado, y especial cuidado cuando se toman medicamentos para tratarlas, como diuréticos, antihipertensivos o antidepresivos.
  • Las personas con problemas de memoria, de comportamiento o dificultad para orientarse no son capaces de poner remedio a necesidades tan básicas como la sed, o la sensación de calor excesivo.
Otras situaciones que aumentan el riesgo al calor
  • Soledad, aislamiento social.
  • Vivienda difícil de refrigerar.
  • Ausencia de sistemas de refrigeración en la vivienda.

¿Qué hacer cuando las temperaturas son muy elevadas?

Protéjase del calor
  • Evite las salidas y las actividades en las horas de más calor y más aún las actividades físicas como el deporte, la jardinería, el bricolaje, etc.
  • Al salir a la calle, procure estar a la sombra. Lleve la cabeza protegida, vestidos ligeros (algodón) y amplios, de color claro. Lleve una botella de agua consigo.
  • Cierre las ventanas y cortinas en las fachadas expuestas al sol.
    Mantenga las ventanas cerradas mientras la temperatura de la calle sea mayor que la de su casa. Ábralas por la noche, para facilitar el paso del aire.
Manténgase fresco:
  • Permanezca en el interior de su domicilio en las habitaciones más frescas.
  • Si no dispone de una habitación fresca, permanezca algunas horas en locales climatizados en la proximidad de su domicilio.
  • Durante el día, dúchese o báñese varias veces para refrescar el cuerpo. También puede humedecer la ropa.
Con la bebida y la comida:
  • Beba lo más posible, incluso sin sed. La mejor bebida es el agua, a temperatura ambiente, no demasiado fría. Los zumos de fruta, la leche, o sopas frías como el gazpacho nos ayudan a estar bien hidratados.
  • No consuma bebidas alcohólicas. El alcohol deshidrata porque facilita la eliminación de agua por la orina y aumenta la sudoración.
  • No abuse de las bebidas excitantes como el té o el café.
  • Coma según su costumbre, preferentemente fruta y verdura, fraccionando las comidas a lo largo del día y en cantidades moderadas.
  • Evite las comidas calientes, pesadas y copiosas.
Consulte a su médico o farmacéutico:
  • Si toma determinados medicamentos (para la tensión, el corazón, la depresión…) para prevenir problemas en caso de altas temperaturas. Siga las instrucciones recogidas en el envase sobre su conservación y las instrucciones de su médico.
  • Pida ayuda y préstela a los demás.
  • Si se nota mal por el calor pida ayuda.
  • Si conoce a personas que viven solas o que están enfermas, informe de su estado en el centro de salud y ayúdelas a comer y a beber.
Especial atención si… tiene
  • Nauseas
  • Dolor fuerte de cabeza
  • Cansancio extremo o fatiga
  • Sed intensa
  • Calambres en la piernas, brazos o vientre.
  • Piel caliente o temperatura muy alta
  • Convulsiones
  • Agitación no habitual por las noches
Cómo actuar

Si observan estos síntomas, se debe avisar a los servicios de Urgencias de 061, ya que, parece que su organismo no puede controlar su temperatura. Mientras llega la ayuda se pueden hacer cosas para mejorar el estado de la persona mayor:

  • Dejarla tumbada en un lugar fresco.
  • Procurar que tenga los pies elevados en relación al resto del cuerpo.
  • Aplicarle paños frescos y mojados o mojar la piel, en especial, la cabeza, las ingles y las axilas y abaníquela o use un ventilador.
  • Ofrecerle tragos pequeños de agua.

Uno de los sectores de población más afectados por las altas temperaturas son las personas con diabetes, tanto de tipo 1 como de tipo 2.

Esto se debe principalmente a dos motivos:
  • Por un lado se deshidratan más rápidamente. Esto es así porque con el calor, el cuerpo se deshidrata. Al deshidratarse, sube el nivel de glucosa en la sangre y el cuerpo intenta eliminarla orinando, por lo que se deshidratan más.
  • Otro motivo por el que las personas con diabetes sienten más los efectos del calor es la degeneración que pueden sufrir los nervios y los vasos sanguíneos de la piel. Esto puede afectar a las glándulas del sudor de forma que el cuerpo no se puede enfriar con la misma eficacia, causando el agotamiento y golpe de calor. Además, las altas temperaturas pueden cambiar la forma en la que el cuerpo usa la insulina ya que se produce una vasodilatación que hace que ésta se absorba de forma más rápida, por lo que es importante que en verano llevemos un mejor control de los niveles de glucosa, ayudando así a diferenciar entre los síntomas por un golpe de calor y los de una hipoglucemia que pueden ser similares.
  • Además las vacaciones, los niños sin clases, los cambios de horario, la temporada de verano, etc pueden alterar la rutina y el plan de manejo de la diabetes.

Recomendaciones para la temporada de calor

Desde la Consejería de Salud queremos ofrecerles algunas recomendaciones que ayuden a sobrellevar este verano.

  • Beber mucha agua para no deshidratarse.
  • Uso de protector solar antes de salir de casa.
  • Utilizar ropa suelta y ligera evitando los colores oscuros y no olvidar el sombrero.
  • Revisar el azúcar en sangre antes, durante y después de realizar actividades.
  • Evite el consumo de alcohol y bebidas con cafeína y azucaradas, pueden causar perdida de agua y aumento de glucosa en sangre.
  • Evitar las mayores horas de calor saliendo en las horas más frescas del día.
  • Ojo también a que el calor pueda dañar la insulina, recordad que hay que conservarla a menos de 30 grados.

Cualquier medida que toméis para combatir el calor será positiva para vuestra diabetes y vuestra salud.

Plan Andaluz para la Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud 2022.

Recomendaciones en Centros Educativos

Los niños y niñas son más susceptibles al exceso de calor ambiental porque:

  • Tienen menos peso
  • Su temperatura corporal sube más deprisa
  • Producen menos sudor que las personas adultas
  • Se adaptan peor a las altas temperaturas
Recomendaciones sobre el centro:
  • Favorecer la climatización adecuada de las aulas
  • Asegurar el acceso a agua potable: fuentes, botellas
  • Favorecer zonas de sombra
  • Extremar la precaución en la población infantil y en el alumnado con patología de riesgo
Recomendaciones sobre el alumnado:
  • Recomendar usar ropa fresca y de colores claros y transpirables
  • Entre las 12 y 18h evitar la exposición al sol, principalmente en días con nivel de riesgo medio y alto
  • Recomendar la protección solar
  • Recomendar el uso de gorras ante la exposición solar: recreos, clases de educación física
  • Recomendar el uso de gafas de sol
  • Beber con frecuencia. Llevar agua y favorecer el uso de botellas rellenables por parte de los alumnos, cambiando el agua un par de veces en la mañana por otra más fresca.
  • Recomendar fruta fresca
  • Reconocer signos de alarma: náuseas, dolor fuerte de cabeza, cansancio extremo o fatiga, sed intensa, calambres en las piernas, piel caliente o temperatura muy alta, convulsiones, somnolencia…
  • En los comedores, extremar medidas de higiene, lavado frecuente de manos y correcta higiene de la cocina
  • No interrumpir la cadena de frío en los alimentos. Especial atención a los alimentos que contengan huevo.
  • En las comidas de excursiones, evitar alimentos con huevos, salsas o cremas y llevar siempre agua envasada. Desechar los restos que hayan sobrado.
  • Recordar que antes de entrar en un vehículo que ha estado al sol, se debe ventilar.
En caso de signos de deshidratación, insolación o golpe de calor:
  • Darle agua o soluciones glucosalinas por boca siempre y cuando esté consciente
  • Situarle en un lugar fresco y ventilado
  • En caso de pérdida de conocimiento colocarlo en posición de seguridad y solicitar asistencia sanitaria
  • Si tiene vómitos u otros síntomas asociados solicitar asistencia sanitaria